Cristina Fernández de Kirchner pasó por el Chaco ante una multitud que la esperaba con la devoción y la ilusión de siempre. 

El pasado 6 de Mayo, también se fantaseó con una línea de partida imaginaria, y unos pocos soñaron con respaldos y candidaturas. Sin embargo, nada de esto aún es concreto. Con este inicio, se regodean Jorge Capitanich, Sergio Massa y Daniel Scioli, entre otros que quisieran apuntarse.

Cristina ese día habló de muchas cosas, dejando entrever en todo momento que el peronismo se dobla ,pero no se rompe. Demostró que va dar las discusiones donde corresponde y que mostrará amplitud para negociar en política internacional, incluso con Estados Unidos. Estos encuentros se ven facilitados por el trabajo de Argüello, Taiana y el propio Capitanich.

Es innegable que las tensiones políticas preocupan más afuera que adentro. Pareciera que el albertismo está negando la discusión política de cierta altura y profundidad.  Los por qué habrá que preguntárselos al entorno del actual Presidente.

La vicepresidenta  remarcó el trabajo de Andrés Larroque. Contó que el Presidente solicitó al diputado Máximo Kirchner , que el “Cuervo” fuera el ministro  de Desarrollo Social de la Nación. Esta información te la habíamos adelantado hace unas cuantas semanas en “Desde Afuera” (AM 1420). Todo esto, previo a considerar a Juan Zabaleta para dicho cargo.

CFK mencionó abiertamente el tema económico y en particular a Matías Kulfas y a sus críticas , reflejadas en el libro “Los Tres Kirchnerismos”. Se mencionó también la posibilidad de que el economista Hernán Letcher hubiera ocupado el cargo  de Secretario de Comercio.   Habiendo sido decisión del propio Kulfas, que Letcher no ocupara este rol.

Cristina, enfatizó el daño que se le hace a los más humildes, con las políticas inflacionarias que aplica Guzmán ,con o sin intencionalidad.

En otro orden de cosas , esta semana hemos tenido expresiones como las de Alfredo Casero , demostrando la prepotencia y la “indignación”, propia de la derecha, lo cual coincide con cierto sector de Juntos , que empieza a ver una supuesta inacción de alguno de sus dirigentes y exigen radicalizar la política a toda costa.

Patricia Bullrich o Javier Milei son respuestas a estos intentos de construir desde la indignación y la destrucción previa. La violencia como herramienta de transformación, a pesar de no reconocer lo viejo y lo peligroso de estos actos. Su lógica reside en un lugar superior, desde donde miran la realidad, como si ellos tuvieran derechos adquiridos , inalienables, por encima de los del resto de la sociedad ,defendiendo los intereses de unos pocos, que viven muy bien, en detrimento de otros que viven muy mal.

Tal como lo venimos adelantando, Patricia Bullrich se proyecta con muy buenos números. Es la que tiene mejor imagen dentro del electorado de Juntos y eso preocupa al expresidente Macri y a Horacio Rodríguez Larreta.

El almuerzo de este mediodía , de los líderes del PRO, fue la muestra de una “unidad” que tiene más que ver con la foto que con los hechos fácticos. La discusión de poder y el detentar los recursos de la tan mentada “embajada”, todavía están en danza.

Y en este vaivén de sucesos, fantasías y expectativas, existe una imperiosa necesidad de elegir a alguien que represente a todos en 2023. Los nombres, los empezó a poner CFK sobre la mesa.